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Los franceses S Ratel, S Bohin y D Munoz se hacen con la primera invernal de GROUCHO MARX (800 m, ED+, 6b/A3) en las Grandes Jorasses
20.03.2012 - FOTO Y TEXTO: desnivel.com
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Sébastien Ratel, Sébastien Bohin y Dimitry Munoz, todos ellos alpinistas miembros del Grupo Militar de Alta Montaña francés (GMHM) han completado una nueva ascensión de mérito en los Alpes. Para ellos ha sido la primera invernal de la vía Groucho Marx (800 m, ED+, 6b/A3) a la cara este de las Grandes Jorasses, realizada la semana pasada.
Los militares galos destacan por sus realizaciones de primer nivel, tanto en su país como fuera. En los últimos años, han destacado en varias ocasiones como en la primera ascensión del pilar este del Monte Augusta en Canadá, la primera al Lunag II en Nepal (por la que fueron nominados al Piolet d’Or), la apertura de Ecaille épique (1.000 m, M6, 90º, A1) a Les Droites, y este mismo invierno la travesía integral de la Cordillera Darwin (Tierra del Fuego).
Una vía poco conocida
Groucho Marx es una magnífica línea de diedros que se levanta en el centro de la salvaje cara Este de las Grandes Jorasses, caracterizada por un granito perfecto que conforma una barrera imponente. Fue abierta en 1983 por los italianos Christiano y Fabio Delisi, informa en su crónica de la ascensión el GMHM, pero se mantiene poco conocida, incluso aunque su magnitud y estilo muy comprometido merecen ser un foco de atención.
El aspecto salvaje de la vertiente y la escasa información disponible fueron los elementos que llamaron la atención de Sébastien Ratel, Sébastien Bohin y Dimitry Munoz, quienes tuvieron que superar el famoso y exigente Col des Hirondelles, vivaquear y realizar una travesía para acceder a pie del zócalo. Allí empieza la escalada propiamente dicha, con dos largos de escalada mixta.
Las dificultades comienzan ya en el tercer largo, con una placa de V donde dio inicio para ellos la laboriosa labor del izado de los petates. Varias tiradas de escalada mixta y una pendiente de nieve. Allí montan su segundo vivac, mientras dedican lo que resta de jornada a fijar los primeros metros de la pared que les espera más adelante: Los primeros 50 metros se prestan bien a la escalada, señala el GMHM, la siguiente ya mucho menos, aunque no está cotada más que en 6a, debo confesar que no hice demasiado en libre… En el tercer largo, aplico mi estilo bien artifo y con varios péndulos escabrosos. Montaron reunión justo debajo del techo de A3 y descendieron hasta el vivac.
Las mayores dificultades
La siguiente jornada tuvo como inicio un agotador jumareo, que dio paso a serias dificultades, con varios techos que superar. La noche les alcanzó a 30 metros de una vira nevada sobre un bastión de roca, donde pudieron acurrucarse de mala manera para descansar poco y esperar la salida del sol.
Cansados por los esfuerzos de tres duras jornadas en la pared, Ratel, Munoz y Bohin se enfrentaron a los últimos tramos de la escalada, técnicamente sencillos pero con la peor roca de todo el itinerario. Al final, la cumbre bajo un cielo completamente despejado fue el premio a su actividad.
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